miércoles, 25 de abril de 2012














Otra maratón mas y van cuatro, para algunos serán pocas pero para mi me parecen muchísimas y de cada una he sacado un aprendizaje distinto. de esta última lo que me ha quedado claro es que es la prueba reina, no hay otra igual, ni en dureza, ni en exigencia, ni en disfrute personal sea cual sea el resultado.

Una tarde salí a entrenar y coincidí con Carlos, mientras yo solo intentaba respirar el hablaba, y una de las cosas que me decía era que ante cada reto, todos nos ponemos unas metas y hacemos tres previsiones: una con la boca chica que es la de terminar, todos hemos escuchado eso de “yo lo que quiero es terminar” en el fondo sabemos que esto esta conseguido sino no pues no participaríamos. Una segunda que es la que mas se acerca a la realidad y para la que hemos entrenado. Pero existe una tercera que es con la que todo soñamos si se da ese día especial y todo va como la seda, esta es la mas deseada pero la mas difícil, casi imposible.

En Utrecht mi objetivo era bajar mi marca conseguida en Málaga 3h 49' 20'' había entrenado para ello y estaba preparado para conseguirlo, fui con mi hermano y antes de la carrera calentando hablábamos de estrategias de carrera y me dijo “tu objetivo se consigue corriendo a 5' 21'' de media así que sal a 5' 20'' y no pases de ahí bajo ningún concepto hasta el km 30, a partir de entonces decide” le dije que así lo haría. (El objetivo de mi hermano era bajar de 2h 45' ¡¡y lo consiguio, hizo 2h 43'!!) Seguimos calentando, el día era desapacible lluvia, viento y 2 grados de temperatura, pero el cuerpo me pedía correr, necesitaba salir para quemar todo el entrenamiento, supongo que es algo parecido a las fallas, el fuego es el fin a todo el trabajo de creación del ninot, yo quería participar, correr, bajar mi marca y volver a España.

Empieza la carrera, pulso iniciar en mi garmin y sigo a un grupo, al cabo de un km veo que el garmin esta parado y me pongo nervioso pues no marca el ritmo, como puedo lo reinicio y empieza a marcar, me tranquilizo y sigo corriendo, los km de la carrera no coinciden con los del reloj y no le hago caso, miro el ritmo y veo que voy a 5' 5'' quince segundos menos que había planeado, intento bajar de ritmo y me pasan un montón de corredores, entonces pienso para mi “voy muy despacio” y vuelvo a correr a 5'.

Paso por el km 5, el reloj de la organización marca 25' 12'' creo que voy rápido pero no bajo, me encuentro pletórico y empiezo a pensar en esa tercera marca que me decía Carlos, la ideal, la que solo se consigue en días especiales. Paso por el km 10 el reloj de paso marca 51' voy fenomenal hasta se me ha olvidado beber agua, sigo corriendo mojado, con frío y el viento se empieza a notar pero sigo muy bien y suelto. Llego a la media maratón 1h 48' 15'' ¡espectacular! Haciendo la segunda media en dos horas bajo de marca y pienso “ya esta echo” ¡menudo error! Aun no había comenzado lo bueno.

Sigo corriendo y empiezo a sentir las piernas cargadas pero no mas que en una tirada larga de entrenamiento, se que no hay problema, todo perfecto, el cuerpo me pide regular para bajar de 3h 49' pero la cabeza va por libre y decide que voy a tirar a bajar de 3h 45' y acercarme al 3h 40' sigo y sigo prácticamente sin beber, parece mentira que pecara en eso pero es que al beber perdía tiempo y no quería que se me escapara la carrera.

Km 36 empiezo anotar que no voy fino, estoy atascado, las piernas están mas pesadas que de costrumbre, llegan por detrás el grupo que acompaña al globo de las 3h 45' me pego a ellos y pienso ”bueno termino con estos” ¡pero como corrían los cabrones! ya me costaba seguirlos, otro error no supe volver a mi objetivo inicial y conformarme con bajar mi marca y lo pague.

Llego al km 39, ultimo tiempo de la organización, marca 3h 30' tenia 19 minutos para 3 km 195 m pero a esas alturas ya estaba muerto, no flojo, muerto, no podía con las zapatillas, me dio un bajón espectacular corrí con la mirada perdida, solo quería terminar ya no me importaba la marca solo quería terminar y ducharme. Llegue, muerto pero llegue y en un tiempo que visto ahora para mi no esta mal 3h 52' pero que pudo ser mejor y también pudo ser peor. En ese momento me sentía bien había terminado otra maratón pero en cuanto respiré y recupere un poco solo pensaba en cuando era la próxima para intentarlo de nuevo.

Después en frío pensaba si había hecho lo correcto y mi lado conservador me decía que no, que debería haberlo calculado todo y habría bajado mi tiempo pero mi lado irracional me decía “con dos cojones, no ha salido pero si llega a salir es la ostia”.

Bueno que queréis que os diga ¡¡que coño me quedo con mi lado irracional!! de los cobardes no se ha escrito nunca nada, en Valencia lo volveré a intentar, ¿cual sera mi estrategia? Cuando empiece la carrera os lo diré, pero en el fondo se que iré con lo que me pida el cuerpo, creo que mi sentimiento seria peor si termino con la sensación de que me he guardado algo y de que lo podría haber hecho mejor.

¿Alguien se viene a Valencia en Noviembre?