jueves, 9 de febrero de 2012

Crónica 2ª Parte - XV Media Maratón de Almería

PRIMERA META CONSEGUIDA

Uno de los peligros que siempre intento evitar, es el salir demasiado fuerte al principio. Derrochar energía es síntoma de falta de entrenamiento o falta de carreras, que al fin y al cabo, son las que te curten y te hacen aprender de tú cuerpo y de tus posibilidades.
Yo me había marcado en varios entrenamientos un objetivo asequible para los primeros 5km: llegar por debajo de 20 min y de momento lo iba consiguiendo.

Los entrenamientos en el pueblo daban su fruto, aunque he de señalar que estos eran poco orientadores para hacer una estimación certera del ritmo que puedo llevar hoy en carrera, debido a la orografía del circuito de entrenamiento que no es totalmente llana, es un circuito de ida y venida de unos 5km, en las cuales el 1er km es bajada, los 4km siguientes subida y luego vuelta, 4kms bajada y el ultimo km subida. En los últimos entrenamientos los ritmos habían sido muy próximos al que llevaba. TODO CORRECTO!

HACIA LA MITAD DE CARRERA!

19min 20seg era el tiempo que había empleado en realizar los 5 primeros kms. Si el cansancio no existiera llegaría al km 20 en un tiempo de 1:17:20, pero era demasiado pronto para hacer medias aritméticas y pensar en el km 21.

Nos encaminábamos hacia el km 6. Detrás de mi la chica seguía con una respiración fuerte pero con paso firme. Subíamos por la avenida... (no recuerdo el nombre) a un ritmo muy bueno, por debajo de 4min/km, teniendo en cuenta que el aire venía en contra y la pendiente era ascendente. Mis ojos se iban al suelo y pensaba constantemente en la respiración, en no perder el ritmo, mantener la zancada firme. Pero involuntariamente la sombra de la chica, se dibujaba en la calzada junto a mis pies a cada pisada. Parecía como si quisiera adelantarme y esto me provocaba dudas sobre el ritmo: ¿iré más despacio de lo que ella puede ir? - yo continuaba con el mismo ritmo, púes hasta ese momento me estaba dando buenos resultados.

Pasamos el km 6, el km 7, 8 estamos otra vez junto al estadio de los juegos del mediterráneo. A pesar del aire, frío y de ser calles anchas dónde no te puedes resguardar un poco, la gente seguía animando desde las aceras, en cada rotonda que pasábamos, en las calzadas... cualquier sitio era bueno para animar a sus seres queridos: Vamos fenómeno!, Que ya queda poco!, ánimo Campeona!. La gente se quedaba maravillada cuando veía pasar a mi compañera de viaje, una mujer, corriendo como el mejor de los hombres... A la gente le llama mucho la atención esto, pero no entiendo porque. Creo que es de admirar el sacrificio que hace cada uno/una de los/las participantes. Todos se merecen un aplauso, que para los/las espectadores/as puede parecer ridículo, pero para el/la que corre es de vital importancia independientemente del puesto que ocupe en ese momento.

A mi me llenaba de orgullo poder ayudar a mi compañera a continuar con el ritmo marcado y tanto es así que le seguía animando cuando veía, en su sombra proyectada en el suelo debajo de mis pies, que se alejaba.

Pasamos muy muy cerca del estadio y la inclinación del asfalto cambia. Empezamos a bajar bordeando el estadio. Justo delante de nosotros un grupo de jueces de carrera identifican los dorsales y le piden a los corredores de la carrera de los 9 km saludable que se desvíen hacia el interior del estadio. Nosotros continuamos la marcha hacia el km 9.
El cambio de pendiente no me ha venido muy bien (o eso creo!) porque mi compañera me adelanta e impone un ritmo un poco más elevado el cuál yo no me veo capaz de llevar y decido mantenerme en el que llevaba.

Paso el km 9 y empiezo la cuenta atrás para llegar al km 10.

Poco a poco se van acumulando metros entre la chica y yo, esto me hace dudar de mis posibilidades y de plantearme cuestiones a cerca del ritmo que he llevado en la subida, si era demasiado excesivo para mi, si estaba capacitado para ese ritmo... las dudas surgían en mi cabeza a la vez que desaparecían debido al subidón de moral que provoca el ir adelantando a otros corredores. Es decir, por un lado perdía tiempo sobre la chica y por otro lado adelantaba a más corredores. Era un sabor agridulce, pero con más tintes dulces que amargos.

Cogemos la avenida mediterráneo a la altura de las pistas de Baloncesto y en vez de girar hacia izquierda en dirección a la playa, como ya hicimos al principio, esta vez giramos a la derecha en dirección al carrefour (contentos me tienen estos del carrefour con una tele que coleccione del periódico!). Volvemos a subir, pero sigo cogiendo a otros corredores que se van quedando. Tanto pensar en mis sensaciones me ha hecho olvidarme de la referencia del km 10 y no sé si lo he pasado o no. Le pregunto a un muchacho que empiezo a adelantar justo en la subida del puente que cruza las vías del tren sobre el km 10, y este casi sin poder hablar me contesta entre suspiros que no sabe si lo hemos pasado o no. Justo en mitad del puente veo el cartel de los 10km y me motivo para llegar. Voy subiendo, levanto un poco los talones y rodillas para avanzar un poco más rápido y logro pasar el cartel. Rápidamente miro el reloj para hacerme una idea del tiempo que he podido perder por el cansancio acumulado, ya que en estos últimos kilómetros me he notado un poco flojo, quizás por no conseguir mantenerme en el ritmo que había marcado la chica.

Tiempo 38min 32 segundos.


SUBIDÓN MORAL

Unos metros pasado el km10 me doy cuenta, después de hacer cálculos mentales como si de una calculadora se tratara, que el ritmo que no sabía si iba a aguantar lo había mejorado en 8 segundos. Es decir, que estos 5 últimos kms los había recorrido en 19min 12 seg... "Tremendo, de cojones Pedro, vas de p... madre!" - me decía a mi mismo.

Ese preciso instante coincidía con la bajada del puente que sumada a la motivación personal que experimentaba mi mente propiciaba que involuntariamente acelerarse el ritmo, según una cuestión meramente física,  simplemente con alargar la zancada durante la bajada. Parecía que volaba, y producto de este incremento de la velocidad continúo pasando a corredores... triple motivación.

POR FIN UN TRAMO LLANO

Terminada la bajada del puente y después de realizar un giro hacia la izquierda por la redonda del pabellón de deportes, nos adentramos hacia el centro de la capital por la calle "Padre Méndez". Son aprox. unos 600mts de recta totalmente llana que sirven para probar las fuerzas y ver realmente el ritmo que llevo si es demasiado fuerte o está bien para mantenerlo durante la 2ª parte de carrera.
Este tramo me motiva mucho: llano, no se siente el aire, hay mucha gente agolpada a ambos lados, estoy alcanzando a un nuevo grupo de corredores, voy marcando la respiración, me entretengo en ver si conozco a alguien,...

El ir mirando al público a ver si conoces a alguien es una maniobra de despiste de la mente. Intento olvidarme del cansancio poniendo mi vista lejos del asfalto y mirando a la gente como anima. Cuando veo a alguien que nos anima le levanto los pulgares dándole las gracias por su apoyo y motivación. La mayoría de las veces que la gente aprecia este gesto de los pulgares se produce el efecto contrario, es decir, son ellos los que se motivan y siguen animando con más ímpetu al resto de corredores esperando que estos últimos también les sean correspondidos.

viernes, 3 de febrero de 2012

Crónica 1ª Parte - XV Media Maratón de Almería 2012

AÚN EN LA CAMA.
Domingo 29 de Enero de 2012, 6:30 pm. El reloj no suena aún y llevo un rato en la oscuridad de la habitación haciendo un repaso al objetivo (1:22:00-1:23:00), Ritmo Medio por Km 3'54... mi cabeza no para de dar vueltas. El sonido que da el pistoletazo de salida suena una y otra vez dentro de mi cabeza provocando que mi pulso se acelere apesar de estar tumbado en la cama calentico debajo del plumas con el pijama puesto. Miro el reloj una y otra vez, pero no me levanto porque necesito descansar todo el tiempo posible para que mis piernas estén a tope.

Hemos quedao a las 8:00 en el Coliseo para tomar café y salir en dirección a Almería. A pesar de haber desayunado fuerte a las 7:00, pasta con atún, zumo de naranja, tostadas de aceite y café, noto el estomago vacío. Los nervios de las carreras hacen presencia 2 horas y media antes, y me provocan una sensación de vacío en el estomago.

8:00 LLEGANDO AL COLISEO.
Entro en el coliseo y a pesar de que están Cesar, Sergey y Carlos justo delante de mi, NO LOS VEO! ¿pero si está el coche en la puerta? - Cesar: Yeeeh Pedro! - Yo: Anda coño! Voy durmiendo aún! (mentira: lo que voy es nervioso).
Me tomo otro zumo, no quiero más café porque me va a dar algo.
Era tanto tiempo el que ha pasado desde la última media maratón que corrí (concretamente 1 año y 3 meses, Media Maratón de Granada 2010) debido a molestias físicas, que no me acordaba de las sensaciones previas a una carrera. A pesar de todo, la ilusión intacta, como el día de mi primera media maratón que fue en Elche allá por el 2007, como un niño justo antes de abrir un regalo, deseoso, impaciente, alegre, nervioso, todo un mejunge de sentimientos a flor de piel que hacen que mi comportamiento sea alegre, buscando la sonrisa de mis compañeros en cada comentario que hacemos durante el trayecto hasta el estadio de los juegos del mediterráneo - Almería. Sergey va muy concentrado, su  carácter es reservado pero de vez en cuando suelta algún comentario que provoca nuestras risas. El objetivo que se ha marcado Sergey es mucho más ambicioso que el mío: bajar de 1h 17 min (puffff que bestialidad).

CARLOS CONDUCE Y HABLA,
gasta bromas, repasa el objetivo suyo que es según sus palabras: "Siendo realista hacer 1h 24min, siendo ambicioso (pues se trata de intentar hacer todo lo posible y sacrificarte al máximo a sabiendas de la dificultad, por encima de tus posibilidades) bajar de 1h 22 y ya soñando hacer menos de 1h 20."
Todos sabemos dónde está nuestro nivel y hasta dónde podemos llegar, pero las carreras tienen tres partes:

1 - el entrenamiento antes de la carrera: fundamental para saber hasta dónde puedes llegar.
Aunque en esta parte me he esforzado, no ha sido todo lo que podría. Me han faltado tiradas largas de kilometraje y series de velocidad. Pero en líneas generales no ha estado mal. Sergey es el que lleva mejor preparación, aunque muchas veces el exceso de kilometraje es contraproducente para una puesta a punto óptima. El descanso es muy importante para que los músculos asimilen el trabajo realizado en el entrenamiento. Carlos ha realizado un entrenamiento parecido al mío, pero le falta un poco de chispa, le han faltado hacer series cortas de velocidad, pues las largas a él no le hacen falta, tiene una fuerza mental fuera lo normal, capaz de realizar carreras como 101km en 10 horas, 140 km en Alicante (sin palabras). Luego está Cesar, un descubrimiento, un diamante en bruto. A pesar de ser fumador, correr con zapatillas de pádel e ir justo de entrenamiento, realiza su primera Media Maraton en un tiempo de 1h 36min, impresionante!

2 - la primera mitad de la prueba (Esta es la parte psicológica): es fundamental tener buenas sensaciones en la carrera. Nuestra mente es juez y parte en las carreras, es la responsable de que nuestro sistema continué funcionando en óptimas condiciones a pesar de las inclemencias del cansancio acumulado en nuestros músculos. Realizar una buena primera mitad de la prueba te motiva para preparar la parte final.

3 - Parte final de la proeza (La mente & el físico): Dependiendo de como nos vaya en la fase anterior tendremos un déficit de optimismo o un plus de energía. Pecar al principio de derroche de energía implica sufrir al final.

LA SALIDA
La premisa de Carlos en la salida es ponerse en primera línea aunque sólo sea para la foto! (jajaja). más de 2600 corredores y nosotros haciendo hueco entre tanta gente para llegar a la línea de salida.
Ya parece que estamos cerca de la línea de salida, estamos en la parte derecha, a mi lado izquierdo junto a mi está Carlos, miro hacia la derecha y no veo a Sergey ni ha Cesar. Me giro hacia a tras y veo a Cesar un par de metros más a tras, es decir, entre él y nosotros hay aproximadamente unos 50 corredores (parecemos sardinas en lata). Nervios, el pulso se acelera, muchos Nervios! - Mira Sergey está ahí más alante! - le digo a Carlos;  Sergeyyy! - grita Carlos; Sergey nos mira y asiente con la cabeza. Todos preparados. Justo a Nuestro lado está la maquina de Tíjola: José Navarro "El guardia". Delante un amigo de Vera, no me acuerdo del nombre, nos conocimos en la San Silvestre, va muy fino, su objetivo es 1h 21min.
Van a dar la salida, se escucha el pistoletazo que llevaba escuchando desde las 6:30 en la cama. Esta vez es real.
Los primeros metros siempre son muy locos, te dejas llevar por la marabunta de corredores, tienes que sortear a los que van más lento que tú (a los que les gusta aparecer en la foto) y como no llevo pulsómetro ni velocímetro, no puedo medir mi avance hasta llegar al km 1.
Creo que voy bien, respiro bien, buena zancada, no me duele nada, no me obsesiono con los demás, que es uno de los grandes errores que cometemos, el dejarnos llevar por gente que no conocemos, que no sabemos que ritmo llevan, ni si van bien o mal, ni si acabarán la carrera o la acabarán muy mal...
Carlos se ha quedado un poco en la salida, Sergey va mordiéndole la oreja a uno de los africanos de cabeza, ha salido muy fuerte. José el guardia esta unos metros delante de mi y a su lado el chaval de Vera. De Cesar no sé nada.
Voy tan concentrado en no tropezar con los demás y en respirar bien que no me doy cuenta de cuando pasamos el km 1. Esto es buena señal; cuando pasas el km 1 y no te das cuenta es porque el ritmo que llevas es óptimo, de lo contrario llegarías al km 1 pensando en los 20km que te quedan... y eso es mal síntoma!.
Me pasa mucha gente y no sé a que se debe: ¿iré demasiado lento? ¿o esta gente está más fuerte que yo?. muchas preguntas sin resolver ya que no he podido medir el primer kilómetro para ver si voy bien o mal. Miro el reloj y observo: 00:07:01. Al levantar la cabeza consigo ver un cartel de kilometraje pero no veo el nº (puede ser el km2, pero también puede ser el km8, 9,... o 20 ya que el circuito es circular).

KM 2 al 5
Miro el reloj: Km2 - 00:07:10, es decir, 3:35 min/km y me encuentro bien pero soy realista y me doy cuenta de que ese ritmo no lo podré mantener durante los 21km. Bajo el ritmo un poco pero sin perder de vista mi objetivo que es 3:53 de media. Ahora respiro mucho mejor, pasamos por una zona donde no hay mucha gente y está muy desprotegida de edificios, el aire pega fuerte y hace que la sensación térmica sea baja. No sudo, creo que no estoy haciendo esfuerzo alguno, me vuelvo a plantear si he bajado demasiado el ritmo.
Ha José y el chaval de Vera los veo a lo lejos, Sergey no lo veo, ¿iré demasiado lento? No lo puedo comprobar hasta que pase por otro pto de referencia, el km3.
El km3 no llega, miro el reloj y he sobrepasado el minuto12 de carrera, las dudas me asaltan: Que mal Pedro! demasiado lento, todo lo que habías ganado en los 2 primero km lo has perdido en el 3º.
Sigo corriendo y aprieto un poco, me encuentro bien y alcanzo a un grupo en el cuál va una chica que lleva un ritmo muy bueno.
Estamos llegando al final del Toyo y a una rotonda en la cuál cambiamos de sentido. Unos 300 mtrs antes de llegar a la rotonda me cruzo con el Sergey que ya regresaba, me saca más de 600 mts ( eso es mucho, algo más de 2min). También me cruzo con José y cerca de él va el chaval de vera, aprox. unos 300 mts delante de mi. Pienso: "No puedo saber si voy bien o mal, el chaval de vera quería hacer 1h 21m y me saca más de 1min, ¿Como voy a recuperar ese tiempo?, ¿ yo iba por debajo de mi objetivo y ahora he retrocedido? ¿Como iré?".
Al girar en la rotonda el asfalto se pone cuesta arriba, todo lo que habíamos bajado teníamos que subirlo. La subida se me hace agradable, con la incógnita de saber como iba, pero continuo igual. Voy fijándome en todas... digo! en todos (jejeje), por si veo a Carlos. Me cruzo con el Chacón de Somontín y seguidamente con él, Esa makinaaaaa! - me grita (no podía ser otro, el tío Carlos! que crack, aún en las circunstancias más duras siempre saca fuerzas para animar a sus compañeros. Gracias Carlos!) - Yo en ese momento iba concentrado y le hice un gesto cómplice con el puño y el pulgar levantado para que supiera que iba bien. Continuo corriendo y buscando compañeros, me cruzo con Pedro Pardo, Cesar, Nicolás, Miguel Sánchez, que también me animan. He intentado ver a José Ramón que sé que está aquí, pero no lo he visto.
Sigo subiendo por la avenida y el aire hace mella en los demás que se van quedando un poco. Adelantando a unos pocos me encuentro bien, no voy forzando, me tomo mi tiempo para pasarlos, no intento acelerar para quitármelos, simplemente aguanto el ritmo que me he marcado para subir. El aire va en contra, sopla desde Norte o Noroeste, pero no consigue hacer que me resienta. Aprieto un poco los dientes he intento no dejar de avanzar a cada pisada. Leí la noche de antes un capítulo del libro de Killian Jornet - "Correr o Morir", en el cuál su entrenador le dice "No mal gastes energías en un movimiento que no te ayude a avanzar". Ese era mi objetivo en la subida: No dejar de avanzar al mismo ritmo.
Siento algo detrás pero como el aire viene de frente no consigo oír que es. Me echo al centro de la avenida para dejar paso por si es algún compañero que va más fuerte, pero al cabo de unos metros no me pasa nadie. Me vuelvo al mismo sitio, pegado a la línea del centro para estar más cerca de los que bajan y así matar dos pájaros de un tiro: Por un lado ver mejor con quien me cruzo y por otro resguardarme un poco del aire.
Entre tanto estoy llegando según mi reloj al min 17 y por supuesto que he pasado el km 3, pero la duda era saber si había hecho lo propio con el km4. pues si no lo había pasado...uyyuyui!
Otra rotonda pero en vez de girar hacia la izquierda de dónde veníamos antes, seguimos subiendo... más subida?. Bueno, pero me encuentro bien. Giro la cabeza y veo justo detrás de mi a la chica que iba con buen ritmo en el grupo que había dejado atrás. Estaba pegada a mi para que yo le hiciera pantalla y resguardarla del aire (manda cojones! que yo le tapara del aire? jejeje...es más fácil que tape del aire un palo de escoba). La chica llevaba una respiración muy fuerte, yo creía que iba por encima de sus posibilidades pero no se despegaba. Me decidí a animarla - Venga Vamos! muy bien! - En momentos de duros estas palabras son suficientes para motivarte y hacer olvidar por un rato el cansancio, tanto fue así que sin querer llegamos al km 5.
Km5 - Miro el Reloj y no doy crédito: 19min 20s. Por debajo de 4min y subiendo, muy bien! me doy ánimos a mi mismo pongo mi mente en seguir subiendo y aguantar el ritmo.  

to be continued...