La capacidad de percibir el nivel de esfuerzo es personal, y está condicionada por experiencias previas, entrenamiento, capacidad de sufrimiento y otras variables. En este sentido, es importante considerar la enorme diferencia que existe entre los que practican deporte y los sedentarios, con la implicación que trae consigo a todos los niveles, incluido el uso de calmantes, analgésicos y demás drogas de uso común en nuestra sociedad actual.
No voy a extenderme en la diferencia entre deportistas y sedentarios, aunque a mi juicio es muy importante, sino que voy a atender exclusivamente a la fatiga y la percepción del esfuerzo en el deportista....